¿Por qué sabe la boca a metal?
Boca sabor a metal es una sensación que puede presentarse de manera espontánea en algunos momentos, un sabor metálico en el paladar sin relacionarse con ningún alimento que hayas ingerido o lingüe residual. ¿A qué se debe? Hay diversas razones por las que la sensación de boca sabor a metal puede presentarse.
En primer lugar, hay que tener en cuenta si has ingerido alguna comida o bebida altas en minerales y ácidos como los besos en reducción, el chocolate a la taza, el vino tinto, el té, los quesos, los huevos, entre otros. Todos estos alimentos contienen alto contenido de minerales, como el hierro, el magnesio, el calcio y el zinc, lo que explica la sensación de boca sabor a metal.
También hay que tener en cuenta si has ingerido alimentos como carnes rojas y pescado. Estos alimentos contienen hierro, que a veces al ingerirse en grandes cantidades produce el sabor metálico en el paladar.
Por otro lado tienes algunos medicamentos como el hierro oral, los antibióticos, los analgésicos y algunos antiácidos. Estos medicamentos se asocian directamente a la sensación de boca sabor a metal.
Existen también otras razones que no están directamente relacionadas con los alimentos ni medicamentos. Por ejemplo, problemas en el estómago como la gastritis o el reflujo, la anemia ferropénica, una infección viral o alergias temporales suelen ser las principales causas para explicar la sensación de boca sabor a metal.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Los síntomas más comunes de cuando la boca sabe a metal son:
- Gusto metálico. Es el síntoma principal y el que con más frecuencia se presenta y que los pacientes suelen reconocer.
- Mal aliento. Ya que el sabor metalico en la boca puede estar relacionado con la existencia de bacterias o acumulación de placa acumulada que causan otro tipo de síntomas.
- Garganta irritada. Algunos pacientes suelen sentir una irritación en la garganta al tener un sabor metálico en la boca.
- Ganas de vomitar. Por la irritación que genera el sabor en la garganta el cuerpo puede pedir vomitar para alejarlo.
- Boca reseca. La boca reseca y la sequedad en la garganta están directamente relacionadas con la sensación de sabor metálico.
Ademas, algunos pacientes suelen sentir un dolor de cabeza, una sensación de agotamiento general y la aparición de lesiones en el paladar.
¿Cómo se aborda el tratamiento?
El tratamiento para la sensación de boca sabor a metal dependerá fundamentalmente del origen de la misma.En el caso de tratarse de una enfermedad crónica, generalmente se tratará con medicamentos específicos para el tratamiento.
En el caso de alimentos o medicamentos, es necesario dejar de ingerirlos para que el síntoma desaparezca.Por otro lado, para aliviar el mal aliento y la sensación de boca seca, se pueden utilizar productos en forma de colutorios o pastas de dientes con propiedades específicas.
Prevención y conclusión
Se recomienda llevar una dieta equilibrada, incluyendo alimentos ricos en hierro, magnesio, calcio y zinc para prevenir la sensación de boca sabor a metal.
En los casos donde la sensación de boca sabor a metal se repita con mucha frecuencia o sin una causa identificada, siempre se recomienda acudir al médico para descartar alguna enfermedad crónica o alergia que pueda estar generando los síntomas. Al igual que expresar los síntomas y los alimentos que has ingerido para que el médico te asista de manera efectiva.
Recordemos que la sensación de boca sabor a metal es un síntoma asociado tanto a algunos alimentos como a medicamentos, pero también puede estar asociado a enfermedades y a alergias que hay que descartar. Es por esto por lo que el tratamiento para el mismo dependerá fundamentalmente del origen del mismo.
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¿Cuáles son los precios promedio para quitar el mal sabor a metal en la boca?
Los precios promedio para eliminar el mal sabor a metal en la boca varían según la cantidad de tratamiento necesario y el método de tratamiento. El tratamiento típico para eliminar el mal sabor estándar a metal de la boca se realiza con un enjuague bucal, un dispositivo lingual o un tratamiento con láser, y puede costar entre $25 y $100. Un tratamiento más extendido, como un tratamiento con enjuague bucal absorbente, puede costar entre $100 y $200. Consulte con su dentista para presupuestar específicamente los costos del tratamiento que sea adecuado para usted.